Crisis Epilépticas

Hay muchos tipos de crisis epilépticas, cada una acompañada de un conjunto diferente de síntomas: una crisis epiléptica es una manifestación clínica de comienzo brusco e inesperado producida por una descarga exagerada de un grupo de neuronas del cerebro, dura segundo o pocos minutos. Durante la crisis se puede perder el conocimiento, tener movimientos rítmicos o no y la persona, puede permanecer consciente y nota movimientos bruscos involuntarios o una sensación o emoción anormal.

 

 

 

 

 

Causas que las desencadenan

Las crisis epilépticas pueden ser la manifestación de problemas muy variados y deberse a causas tan diversas como:

- Un tumor cerebral. 

- Una malformación. 

- Una meningitis. 

- Una conmoción cerebral causada por un golpe en la cabeza. 

- Un exceso en la ingesta de bebidas alcohólicas y/o drogas. 

- Otros. 

En ocasiones se deduce que la epilepsia que sufre el afectado tiene carácter familar, en otras no llega a encontrarse la causa de la afección.

¿Por qué se producen las crisis epilépticas?

Las crisis epilépticas se producen por una descarga brusca y desordenada de un grupo de neuronas más o menos amplio. Puede ser convulsivas o no convulsiva.

 

 

 

 

 

 

Factores de riesgo

FACTORES QUE CONTRIBUYEN A AUMENTAR EL RIESGO DE PADECER UNA CRISIS 

Generalmente, la facilidad o resistencia para sufrir una crisis epiléptica está asociada a factores hereditarios poco conocidos, pero hay otra serie de factores que está demostrado que contribuyen a aumentar el riesgo de sufrirla, algunos de ellos pueden ser los siguientes:

Falta de sueño: Puede ocurrir en las deprivaciones agudas o cuando se altera el ritmo del sueño. Siempre se recomienda un horario de sueño regular y suficiente para el descanso necesario según la edad (entre 7 y 10 horas).

Fiebre: Aunque las convulsiones febriles ocurren en niños menores de cinco años, la fiebre por un proceso infeccioso puede desencadenar crisis convulsivas en cualquier paciente epiléptico y a cualquier edad aunque es más frecuente en los ancianos.

Drogas: La cocaína puede provocar crisis epilépticas en cualquier persona al causar problemas vasculares, así como aumentar la frecuencia de las crisis en las personas con epilepsia.

Fármacos: En pacientes epilépticos controlados, el uso de ciertos fármacos, especialmente antidepresivos, antipsicóticos y estimulantes del sistema nervioso pueden llegar a inducir crisis epilépticas. Por ello su uso debe estar siempre supervisado por un médico y su introducción debe hacerse lentamente.

Luces intermitentes: La televisión, los ordenadores, videojuegos, etc., afectan a las personas con epilepsias fotosensibles, las cuales constituyen el 2% de los diferentes tipos de epilepsia. Se recomienda ver la televisión a cierta distancia y usar ordenadores y videojuegos con pantalla protectora.

Crisis más frecuentes

LAS CRISIS EPILÉPTICAS MÁS FRECUENTES SON: 

Crisis de ausencia:

La persona se queda inmóvil, con el conocimiento perdido y con la mirada fija durante unos segundos. En ocasiones pueden producirse movimientos oculares, parpadeos, etc. La recuperación es inmediata y en muchas ocasiones pasan desapercibidas por su brevedad.

Suelen iniciarse en la niñez o en la adolescencia y su principal inconveniente es la gran frecuencia con que se producen provocando deficiencias de atención y problemas de aprendizaje en el niño y adolescente.

Crisis convulsiva tónico-clónica:

Son las crisis más aparatosas y es la imagen que muchas personas tienen cuando oyen la palabra epilepsia. Durante una crisis de este tipo se produce rigidez, movimientos convulsivos en todo el cuerpo y una pérdida brusca de conciencia. De hecho, el afectado puede lesionarse debido a la caida o a los movimientos. También pueden producirse mordeduras en la lengua, labios amoratados, emisiones de orina o gritos.  Al finalizar la crisis la persona se va recuperando poco a poco en varios minutos

Crisis generalizada mioclónicas:

Se produce una sacudida brusca de todo el cuerpo que dura sólo un instante pero que puede hacer caer a la persona que la sufre. Afecta sobre todo a los miembros superiores pudiendo provocar la caída al suelo de los objetos que se tengan en las manos en ese momento. Suelen ser tan leves que a veces no le damos importancia.

Crisis generalizada atónicas:

La persona cae bruscamente por pérdida del tono muscular y de la conciencia durante muy pocos segundos y se recupera instantáneamente. Su gravedad reside en el riesgo de heridas y golpes en la cabeza

Crisis generalizada de espasmo:

Aparecen en niños con meses de edad y consiste en una flexión o extensión brusca del cuerpo y de la cabeza. Suelen ser muy frecuentes.

Crisis parcial simple o elemental:

No se pierde el conocimiento y el trastorno que sufre la persona depende de donde esté el foco epiléptico. Se pueden alterar distintas funciones del celebro. Se denominan motoras si se producen sacudídas rítmicas de una parte del cuerpo, sensitivas si lo que se produce es un hormigueo. También puede haberlas visuales que cursan con visualización de luces o alucinaciones visuales, olfativas, auditivas, gustativas, etc.

Crisis parcial compleja:

La persona pierde el conocimiento pero sin perder el tono muscular con lo que no llega a caer al suelo. Permanece donde estaba pero hace actos automáticos con la boca o con las manos como movimientos de masticación, colocarse bien la ropa, etc. No reacciona al hablarle o lo hace de forma inapropiada. Va recuperando el conocimiento a  poco a poco.

¿Cómo actuar?

¿QUÉ SE DEBE HACER ANTE UNA CRISIS CONVULSIVA?

- Mantenga la calma y no se asuste. 

- No le sujete, ni trate de reanimarlo. 

- Evite que se haga daño alejando los objetos que puedan hacerle daño u ocasionarle peligro.

- Ayúdele a respirar dejando libre las vías respiratorias. 

- No interfiera en sus movimientos. 

- Póngalo de lado y coloque algo blando bajo su cabeza. 

- Avise al médico si la crisis dura más de cinco minutos o se repite. 

¿QUÉ NO SE DEBE HACER ANTE UNA CRISIS CONVULSIVA?

- No se debe realizar respiración artificial porque no existe riesgo de que el paciente se ahogue con su lengua: No introducir nada en la boca

- No se debe sacudir o intentar reanimar al paciente. Las crisis comienzan y se interrumpen de forma espontánea.

- No hay que poner alcohol en la frente, no tiene ninguna utilidad para controlar la crisis. Lo mismo ocurre con el agua u otras medidas para despertarlo.

- No le administre medicamentos por la boca. El paciente está inconsciente y se le puede provocar un cuadro de asfixia.

- Pasada la crisis no se necesita ningún sedante. 

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